lunes, 16 de julio de 2007

EGOFAGISMO

La egofagia es cuando el Ego de uno se come a uno mismo. Es una enfermedad que produce ombliguismo agudo.
La padecen los políticos, pero es MUUUUY contagiosa.
La padecía Alfredo el represor. Se la contagió a esos buenos chicos de izquierda unida que no saben que postura tomar...pero la epidemia avanza y nadie, ni asambleas siquiera,e stán del todo libres de contagio.
El flamante delegado del Distrito Centro, con sus trajes de comunista capillita venido a menos, se cree especialista en torear toros que ne verdad ni ve venir. En la Alameda se cree capaz de quedar bien con los vecinos, con la prensa, con los polis locales y hasta con los jovenes "alternativos".



http://estrecho.indymedia.org/media/all/display/9486


Dice Torrijos que la Alameda es suya, que no se la estropeen (¿estropearla no es enlosarla de cemento sucio-amarillento, quitar los cines de verano, edificar kioscos enormes, quitarle los bancos, erradicar cualquier seto, etc..?). Y su cachorro manda a su gente a "controlar" a la policía. Orgullosos están: con cincuenta polis dicen que consiguieron evitar a la vez la botellona y la represión. Endiosados están pa no darse cuenta de que la ocupación policial es cara, provisional y...un pelín represora, ¿no?
En fin, que el virus se contagia. Hasta los movimientos vecinales y sociales se llenan de gente. Basta ver su nombre en la (interesada) portada de algún periódico que los utiliza de ariete contra alguien; basta que los reciba un grupo municipal; basta que los inviten a un debate nocturno en una tele local. De pronto todos (y todas) son protagonistas, todos quieren negociar, todos hablan de estrategia, se controlan, se contienen...se pierden discutiendo.
La calle es de quien la usa, más que de quien la habla. La calle no es una pancarta (¿minipancarta en un minibalcon lejano despues de años de debate?) sino una realidad abierta, sin estructuras, dinámica.
Hay que compaginar que los vecinos durman y que la gente use la plaza y se encuentre y hable y socialice en ella a muchas horas. Está claro. Pero no se consigue negociando en el Ayuntamiento, sacando pecho en la tele o debatiendo estrategias en una biblioteca okupada. eso se hace dia a dia, en silencio, en la calle.
Si hasta los videos ahora sond e ellos mismos charlando, oiga!!!